La verdadera elegancia

Leyendo el libro Nadie acabará con los libros en el que Umberto Eco y Jean Claude Carrière reflexionan sobre el futuro, pasado y presente del libro,  ambos autores coinciden en destacar que nuestras bibliotecas están en su mayoría compuestas por libros escritos por personas sin talento, por cretinos o por paranóicos. Sin lugar a dudas dentro de la historia de los libros estúpidos, los manuales destinados a pautar el comportamiento de las señoritas «respetables» tienen su sitio de honor. Uno de ellos es La elegancia en la vida social de la baronesa de Staffe (Blanche-Augustine-Angèle Soyer) mujer de procedencia burguesa y reconvertida en aristócrata, convencida de poseer el saber de la elegancia y los buenos modales.


La Mode Illustrée, 1873. Via Beautiful Century

Para empezar, según Madame Staffe la elegancia no podia ser más que francesa (el resto del mundo estaba irremediablemente condenado a ser

«(…) siempre es la generosa y elegante cortesía francesa, que se imitará en todo tiempo más allá de las fronteras. Sí; da sus leyes al mundo. El francés no tiene ni la gravedad afectada y fría del hombre del norte ni la exhuberancia y facundia del hombre del mediodía; sabe ser digno sin altaneria, reservado, sin taciturnidad, amable, sin ligereza, agradable, sin llegar a la vulgaridad; no es silencioso como el hombre de las razas septentrionales, ni hablador, como los del mediodía; charla con gracia, escucha con ingenio, carece de sangre fría irritante y de exageración desagradable; posee fuego, brillantez y poesía (…)».

No únicamente el hombre francés era el portador del gen de la elegancia, la mujer francesa también estaba dotada de esta cualidad nacional:

«Sí; todas las mujeres del Universo copian aún el ingenio, la gracia y los modales de esa francesa, que se burla de la sensiblería, pero que atesora la verdadera piedad, que es buena con gracia, e inteligente sin pedantería. Según las circunstancias, es para el marido el camarada más encantador, o la compañera más dispuesta al sacrificio: para las otras mujeres, es amable e indulgente; sabe escuchar sin alardes de cinismo y sin aspavientos de ridícula ñoñez.»

La Mode Illustrée, 1873. Via Beautiful Century

La autora defiende la elegancia como don exclusivamente francés basándose en la siguiente teoría:

«La elegancia es un don del terruño; es, en nuestra Francia, una consecuencia de los efluvios telúricos, de la situación geográfica. La prueba es que entre nosotros se la encuentra, más o menos completa, en todas las clases, en todos los grados de la vida social. He aquí la razón de que París sea, moralmente, el polo magnético del mundo. Todos los pueblos se ven influídos por la atracción de nuestra naturaleza, formada de benevolencia y elegancia».

Staffe, como colofón final nos demuestra lo importante en esta vida, que no puede ser otra cosa que lo chic:

«Una nación elegante cometerá locuras, pero nunca indignidades. En los peores días su chic subsiste».

Francamente se trata de uno de tantos libros estúpidos, pero aportan una información valuosísima sobre cómo eran las sociedades del momento… y pueden acabar resultando encantadores. Quizás es que nos apasiona lo necio y la verdadera historia es la de la estupidez y no esta de los grandes pensadores que nos han contado.

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Vacaciones

Hoy empiezan mis vacaciones, en las que espero disfrutar de pequeñas cosas como…

Estirarme entre las rocas …

Tomar el sol y presumir en la playa…

Con protección, no se preocupen.

Revolcarme entre las olas,

Dormir muchísimo, como una gatita…

Leer …

Y algunas cosas más …

Espero encontrarles de nuevo cuando regrese, ¡disfruten y diviértanse mucho!

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Los ojos de ella

Aún se encuentran por la costa Mediterránea barcos pesqueros con ojos pintados a cada lado de la proa, para protejerse del mal de ojo y también para dotarse de ojos que permiten «ver» por donde van y así surcar las olas con más seguridad. En inglés estos adornos suelen recibir el nombre «los ojos de ella», además en inglés los barcos siempre se consideran femeninos. Hay por lo menos tres explicaciones posibles a esta denominación. Una es que a pesar de su aspereza y severidad, los navegantes solían apreciar la belleza de un gran velero lleno de gavias, velachos y juanetes que escoraba en los vientos alisios mientras surcaba los océanos del mundo; «Una embarcación a vela es una dama, un vapor es un amasijo de hierros» según el capitán Bromley.

Sello griego. La embarcación de Argo, con ojos pintados a ambos lados de la proa.

Otra explicación es que mientras durara un viaje, la embarcación era el único refugio del marinero que vivía a bordo, y su seguridad y bienestar dependían de ella. La embarcación cuidaría de él, siempre que el marinero hiciera lo necesario para asegurar que todo estaba en perfectas condiciones de mantenimiento y de seguridad. La embarcación era como una mujer: protectora, acogedora y a veces dispuesta a sacrificarse por sus tripulantes. Según el escritor Joseph Conrad:

Efectivamente, tu embarcación necesita que la mimes con conocimiento. Para tratarla debes comprender los misterios de su naturaleza femenina y si lo haces, te será fiel durante el combate con grandes fuerzas que podrían derrotar a cualquiera (…).Si recuerdas esa obligación, permanecerá y navegará contigo mientras sea capaz de hacerlo.

Luzzu. Embarcación de pesca tradicional del archipiélago maltés. Tradicionalmente están pintadas en colores vivos amarillos, azules, rojos y verdes y a cada lado de la proa llevan un Ojo de Horus o Udyat.

La última explicación es la más histórica. Durante la botadura de una embarcación, se celebra la ocasión rompiendo una botella de vino o champán en la proa como ofrenda a libación a los dioses del mar, especialmente a Poseidón. Si se considera esta cerimonia como el acto de ofrecer la embarcación como novia al gran océano, es natural hablar de ella en femenino.

Libro: Mitos y leyendas del mar. Peter D.Jeans. Editorial Juventud. 2007, Bcn.

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Teletransporte

En Mudd’s Women, episodio del 1966 de la serie Star Trek, la nave de Harry Mudd va a la deriva y es rescatada por la tripulación de la USS EnterpriseMudd transportaba una inusitada «carga» via teletransporte. Se trata de una escena clásica: las partículas van apareciendo y se  van reagrupando en el aire para formar y revelar las imponentes curvas de las mujeres que conforman la «carga» de la nave Mudd  que «transportaba futuras esposas de colonos del planeta Ophiuco III».

Fotograma del episodio de Star Trek Mudd’s Women

El teletransporte era en Star Trek una solución barata para Gene Roddenberry, su creador, que lo introdujo en la serie porque el presupuesto de los estudios de la Paramount no daba para los costosos efectos especiales necesarios para simular el despegue y el aterrizaje de naves a propulsión en planetas lejanos. Pero este recurso de la ciencia ficción podría estar cada vez más próximo de la realidad: podremos teletransportarnos.O esto es lo que cree el físico Michio Kaku.

Veamos,,, de momento se pueden teletransportar fotones y algunos átomos… La primera demostración histórica de teletransporte cuántico en la que se teletransportaron fotones de luz ultravioleta se llevó a cabo en 1997 en la Universidad de Innsbruck. Al año siguiente investigadores de Caltech hicieron un experimento más preciso con teletransporte de fotones. En 2004 físicos de la Universidad de Viena fueron capaces de teletransportar partículas de luz a una distancia de 600 metros por debajo del río Danubio utilizando un cable de fibra óptica, lo que establecía un nuevo récord. Y en 2006 físicos del Instituto Niels Bohr de Copenhague y el Instituto Max Planck en Alemania consiguieron entrelazar un haz luminoso con gas de átomos de cesio, una hazaña que involucraba millones y millones de átomos, pero…

Cartel de la película The fly (1958)

aunque el teletransporte está permitido en el nivel atómico, de momento no será posible disfrutar de sus ventajas  (con lo feliz y cómoda que se sentiría una calzando unos stiletto de muerte sin llegar a casa con los pies llenos de ampollas). Teletransportar un ser humano aunque lo permitan las leyes de la física, puede necesitar muchos siglos más ya que crear coherencia cuántica que implique a objetos verdaderamente macroscópicos, tales como una persona, está fuera de cuestión durante un largo tiempo… Seguiremos soñando con el propulsor de improbabilidad infinito de Douglas Adams en Guía del autoestopista galáctico, La máquina desintegradora del doctor Challenger de la que nos hablaba Sir Arthur Conan Doyle… O en el mejor de los casos pensar que es mejor no arriesgarse puesto que los errores del teletransporte pueden ser tan nefastos como lo mostró el film The fly (1958) de Kurt Neumann en el que mientras un científico trata de teletransportarse a través de una habitación, sus átomos se mezclan con los de una mosca que accidentalmente ha entrado en la cámara de teletransporte, y el científico se convierte en un monstruo mitad hombre y mitad mosca.

¿Nos conformaremos con la belleza de lo real? – William Shatner, DeForest Kelley y Leonard Nimoy en una pausa durante el rodaje de Star Trek-. Foto via bohemea.

Libro: Física de lo imposible. Michio Kaku. Ed. Debate, 2009

Artículo recomendado:
Women, Star Trek, and the early development of fannish vidding. Francesca Coppa. 2008. Transformative Works and Cultures, no. 1

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Onfale o la dominatrix de Lídia

Cuenta Apolodoro que por matar a su amigo Ifito en un ataque de locura, Hércules fue vendido como esclavo a Onfale, reina de Lidia, por un período de tres años. Pero ésta pronto aligeró su suerte convirtiéndole en su amante. Estando a su servicio, Hércules se afeminó, para diversión de Onfale que le obligaba a llevar ropas y adornos de mujer y le hacia hilar la lana. Ovidio cuenta que Pan, que se habia enamorado de Onfale, entró una noche en su alcoba y, confundido por la ropa de Hércules, se metió por equivocación en la cama de éste. Fue expulsado immediatamente; que una cosa era ceder ante los caprichos de la bella Onfale y otra muy distinta dejarse manosear por el muy pero que muy salido dios Pan. A Onfale además le gustaba llevar la piel de león de Hércules y su garrote. Según Luciano de Samosata en su Tratado sobre cómo escribir la historia X, Onfale también le propinaba a Hércules algún que otro golpecito de sandalia. Estos eran los placeres a los que el fuerte de Hércules se sometía para gozo y felicidad de su ama, quien finalmente lo convirtió en su esposo. Desconocemos si conseguida la categoría de marido Hércules, pudo o quiso cambiar los hábitos y costumbres  de Onfale, pero con lo entretenida que parece estar tirándole de la oreja al héroe en este cuadro de Peter Paul Rubens, parece difícil de imaginar que lo consiguiese.

Hércules y Onfale. Peter Paul Rubens. 1602-1605. París, Musée du Louvre.

Indiscutiblemente la imagen se asocia al dominio de la mujer sobre el hombre, siendo muy probable que el mito tenga sus orígenes en ritos primitivos de fertilidad en los que la diosa madre estaba asociada a un dios masculino subordinado, y que no distan mucho de la idea que tenemos hoy en día de lo que es una dominatrix. Porque todas tenemos algo de amas, algo de Onfale,,, quizás apoderándonos tras nuestras pequeñas victorias de piezas del vestuario masculino, como sus camisas, que pasan a recubrir nuestro cuerpo para sellar nuestra victoria mientras nos fumamos un cigarrillo y observamos el cuerpo masculino desnudo y rendido en la cama.

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